¿Qué es el esoterismo?
En términos generales, el esoterismo se refiere a prácticas, conocimientos y técnicas que solo un pequeño grupo de personas comparte, llamados los «iniciados». Este grupo reducido y reservado es muy selectivo, lo que refuerza la fuerza sagrada del conocimiento y da lugar al misterio y al culto de lo sagrado. Por tanto, equivale a excluir a la mayoría de la población.
La etimología de «esoterismo» proviene del griego «eso,» que significa interior, refiriéndose a un tipo de autoconocimiento y prácticas orientadas a alcanzar un sentido elevado de espiritualidad y comprensión del universo. Al transformar lo que conozco en mi interior, soy más capaz de disciplinar mi mente y alcanzar un conocimiento afinado del mundo que me rodea, una espiritualidad elevada. En cualquier caso, el esoterismo ha atravesado todas las épocas y suscitado muchas fantasías.
Al contrastarse con el «exoterismo» (conocimiento común y accesible), el esoterismo se reserva para un puñado de disciplinas y se considera una forma de pensar diferente, vinculando hechos científicos con otros tipos de conocimiento no reconocidos por la ciencia tradicional. En el exoterismo no hay iniciación, a diferencia del esoterismo. Aristóteles, por ejemplo, establece una distinción entre esoterismo (conocimiento oculto) y exoterismo (conocimiento destinado a las masas). Reservamos el conocimiento celosamente guardado sólo para un puñado de disciplinas. Los códigos de la bomba nuclear sólo se dan a unos pocos elegidos.
En cierto modo, es como si el esoterismo representara una forma de pensar sobre la naturaleza, sobre el vacío de las cosas, dando una forma de pensar diferente de la religión y vinculando los hechos probados (la ciencia) a otro tipo de conocimiento, un orden diferente que la ciencia no reconoce como modelo viable. El universo estaría entonces compuesto de signos o símbolos, por ejemplo, que habría que descodificar, y cada corriente tendría su propia interpretación.
El esoterismo abarca diversas prácticas y corrientes que pueden incluir desde el reiki y el magnetismo hasta el chamanismo. A menudo, el esoterismo requiere de herramientas y objetos específicos, como cartas de tarot, piedras o velas, que pueden adquirirse en tiendas especializadas. Estas prácticas buscan un autoconocimiento profundo y una transformación personal hacia una versión mejorada de uno mismo, guiada por un maestro o mentor.
Esas prácticas también se convierten en fuente de interés y se extienden a la cultura, donde acaban difundiéndose más ampliamente.
El esoterismo se propaga en la cultura
El Código Da Vinci de Dan Brown ha despertado una nueva ola de interés por el esoterismo y el deseo de desentrañar misterios que no tienen necesariamente respuesta en la religión. Además de este libro, películas como Matrix y El Señor de los Anillos también han puesto el foco en el esoterismo. Por no hablar de las series de televisión que lo han democratizado, haciéndolo casi popular y atrayendo a nuevos adeptos. Entre ellas, Buffy Cazavampiros y Embrujadas, que inspiran a los adolescentes y los introducen en la brujería y el espiritismo.
El esoterismo abarca las artes adivinatorias (el Oráculo de Belline, el Oráculo de la Tríada, el famoso Tarot de Marsella, el péndulo en clarividencia), la investigación de los Santos y los Ángeles a través de las horas espejo, y la práctica del conocimiento: reiki, feng shui, magnetismo, astrología. Hay un interés renovado por cultivar una vida espiritual más acorde con las inquietudes del siglo XXI.
El esoterismo vuelve a estar de moda. Decir que uno se interesa por el esoterismo es estar «a la última», e incluso las estrellas se están sumando a la moda y se atreven a alardear de sus creencias ante el gran público. Como Madonna, que no oculta su pertenencia al grupo de la Cábala. Los debates sobre esoterismo ya no se ven empañados por burlas y juicios.
¿Cómo iniciarse en el esoterismo?
Cualquiera que sienta una atracción natural hacia estos temas puede iniciarse en el esoterismo. Dependiendo de las afinidades personales, uno puede inclinarse hacia las artes adivinatorias, la mediumnidad, la astrología, la magia, o la litoterapia, entre otros. Es crucial, sin embargo, contar con el apoyo de iniciados o comunidades esotéricas para evitar perder el contacto con la realidad y mantener un equilibrio saludable en la práctica.
Además, para poder conectarte con otra esfera o con el más allá, necesitas primero herramientas. Abundan las tiendas esotéricas y espirituales. Pero cuidado, los precios son libres. Así que asegúrate de comparar precios en la medida de lo posible.
Si puede, ve directamente a las tiendas esotéricas para hacerte con las distintas herramientas disponibles: ayudas a la adivinación, inciensos, velas, plantas, libros, piedras… Porque cada arte tiene su objeto.
Artes adivinatorias
Cuando las personas desean conocer su futuro, recurren a lo que se conoce como medios adivinatorios, los cuales son herramientas utilizadas para predecir o interpretar el destino. Dentro de esas herramientas tenemos la cartomancia (cartas) como la baraja de 32 cartas, el café (cafeomancia), las velas (lichnomancia), las nubes (nefelomancia), la quiromancia (lectura de las líneas de la mano), etc. Las artes adivinatorias abarcan una amplia gama de métodos y técnicas, cada una con sus propias características y simbolismos.
Otras técnicas de adivinación insólitas son la bibliomancia (lectura de una frase al azar de un libro), la escatomancia (lectura del futuro en los excrementos), la menomancia (adivinación basada en la observación de la menstruación)…
Todo depende de las afinidades, sensaciones y percepciones de cada individuo.
Adivinación
La adivinación es una de las formas más comunes de predecir el futuro y generalmente implica el uso de cartas del tarot y/u oráculos. A través de la lectura de estas cartas, un clarividente puede interpretar los símbolos y mensajes que las cartas ofrecen al consultante.
¿Cómo diferenciar un oráculo del tarot? Es muy sencillo. Un tarot siempre tendrá el mismo número de cartas (78), divididas en 22 cartas mayores (los 22 personajes) y 56 cartas menores, divididas a su vez en 4 palos: copas, espadas, bastos y oros. Estos 4 palos están asociados a símbolos: tréboles (bastos), picas (espadas), corazones (copas) y diamantes (oros). Una baraja de tarot utilizará siempre las mismas cartas, una por una, pero las nombrará y/o dibujará según la imaginación de cada uno.
El tarot más conocido es el Tarot de Marsella, que existe desde el siglo XIII. En general, es el medio adivinatorio más conocido, por lo que muchas personas empiezan a adivinar con él, sólo para desanimarse muy rápidamente. Y con razón. Es uno de los medios adivinatorios más difíciles por su riqueza en símbolos. Todas las cartas de tarot existentes se basan en el Tarot de Marsella. Por ejemplo, la 1ª carta del Tarot de Marsella es la del Barquero. La carta 1 del Tarot Chino se llama el Aprendiz. El Tarot Chino utiliza la misma base que el Tarot de Marsella. El primer personaje incluye la idea de un joven que aprende, que va a forjarse su propia experiencia, poco a poco.
El Oráculo, es un medio que no tiene «reglas» que seguir. Por ejemplo, no hay límite en el número de cartas del oráculo. Algunos ejemplos son el Oráculo Gé, el Oráculo Bleu, el Oráculo de Belline y el Oráculo de la Triade, por citar sólo algunos.
Mediumnidad
La mediumnidad es la capacidad de conectarse con entidades o almas en otro plano de existencia. A diferencia de la clarividencia, que se centra en la percepción del futuro, la mediumnidad permite a la persona actuar como intermediario entre el mundo terrenal y el espiritual. Un médium puede guiar almas perdidas, enviar mensajes a seres queridos fallecidos o liberar espíritus atrapados..
Astrología
La astrología consiste en estudiar las posiciones de los astros, que determinarán el perfil de una persona: carácter, gustos, predisposiciones, profesiones futuras, etc. Por ejemplo, en función de tu fecha de nacimiento, se te situará bajo un determinado signo del zodíaco, que define los rasgos principales de tu personalidad.
El astrólogo realizará planos muy precisos de las posiciones de los astros, que te guiarán en tu interpretación. Gracias a ello, elaborará, por ejemplo, tu horóscopo diario, mensual y anual.
El astrólogo también utilizará potencialmente los signos del zodiaco, sea cual sea su origen (asiático con los 12 animales, o signo del zodiaco francés).
Magia
La magia se divide en dos grandes categorías: la magia blanca y la magia negra. Ambas buscan manipular energías y entidades para lograr ciertos objetivos. Mientras que la magia blanca se asocia con fines positivos, como la protección o la atracción de buena suerte, la magia negra se relaciona con intenciones dañinas, como el mal de ojo o la manipulación de personas a través de rituales.
También existe la llamada magia simpatética, que consiste en involucrar el uso de un objeto o representación de una persona para influir en ella. Por ejemplo, los muñecos de vudú (que representan a una persona) se utilizan para hacer daño a otros. Beber la sangre de un animal equivale a tragarse su poder.
Litoterapia
La litoterapia es una práctica que utiliza piedras y cristales para aprovechar sus supuestas propiedades energéticas. Por ejemplo, el cristal de roca se asocia con la clarividencia, el ojo de tigre con la protección contra energías negativas, y el jade con la atracción de buena suerte.
Un consejo para una buena práctica esotérica
Asegúrate de tener el apoyo de los iniciados, o incluso por una sociedad iniciática, para no quedarte solo en tu práctica y no quedar atrapado en una práctica que puede hacerte perder el contacto con la realidad. Para ello, no dudes en visitar sitios e incluso charlar con estudiantes en foros esotéricos. En la medida de lo posible, mantén el contacto con personas completamente obtusas, para mantener un pie en la realidad y no encerrarte en un mundo dedicado únicamente al esoterismo.
Todos tenemos una opinión sobre el esoterismo. Aunque la ciencia refuta estas prácticas porque no se pueden «demostrar» de un individuo a otro, no se debe colocar a la ciencia en un pedestal como dogma de la verdad. En ese caso, la ciencia lo sabría todo y nos diría lo que podemos creer y lo que debemos rechazar. Por todo ello, la ciencia no valida las religiones… ¿Y si simplemente dejamos que la gente crea lo que quiera creer?
Laisser un commentaire